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Los sentimientos más importantes como la alegría, la tristeza, el miedo o la atracción por ejemplo se transmiten directamente desde nuestro rostro, de ahí que sea tan importante la expresión de nuestra cara. Elevar las cejas, cerrar los ojos, contraerlos labios… son pequeños gestos que hablan de nuestra personalidad y de ahí que las expresoiones faciales tengan tanto protagonismo y que la cirugía maxilofacial sea la encargada de solventar problemas en este sentido cuando se ha tenido un traumatismo o una accidente por ejemplo.
Y es que este tipo de expresiones son universales y no importa la cultura o el lugar de origen en el que nos encontremos porque son entendibles por cualquiera. Por otra parte, también hay gestos que los aprendemos como por ejemplo mover la cabeza de arriba hacia abajo para decir SÍ cuando en otros países no se utiliza este gesto, por loq ue los aprendemos en función del lugar en el que nos criemos.
Sin embargo, centrándonos en las expresiones faciales universales, es el nervio facial el responsable de transmitir esos impulsos cerebrales a los músculos de la cara de tal forma que en función de su contracción o relajación se van conformando determinados gestos y expresiones. Es por ello que cuando ocurre una parálisis de un lado de la cara desaparece cualquier gesto expresivo. Es por ello que el cirujano maxilofacial en este sentido debe aplicar determinadas técnicas quir´rugicas para reconstruir el nervio, sustituirlo por otro o realizar un injerto neuronal.
Por supuesto, cada caso es único y debe diagnosticarse de forma específica así como realizar un tratamiento totalmente personalizado. En la Clínica Calvo de Mora contamos además con el Doctor Jorge Calvo de Mora, uno de los mejores experos en cirugía maxilofacial que, junto con su equipo de expertos, realizan cada día tratamientos orales y maxilofaciales y poder así mejorar la calidad de vida de cada paciente.
Y para terminar con este artículo os pretguntaremos ¿sonríe o no sonríe la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci? Es por ello que este cuadro tan enigmático adquirió tanta relevancia: por su inexplicable expresión facial que no se sabe muy bien lo que quiere transmitir.