La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
«¡Qué pena!» Esto era lo único que llego a articular al estudiar despacio las fotografías y las radiografías del caso de implantes low cost que acabo de valorar esta mañana.
Esta vez no me queda otra opción que comentarlo ‘sotovocce’. No es el primer caso que veo y seguro que no será el último. Esta mañana ha venido a visitarme una paciente de avanzada edad y de escasos recursos económicos, que decía que le habían colocado en su maxilar superior nueve implantes low cost y le habían hecho una doble elevación de seno. Desgraciadamente solamente pudimos evaluar la presencia de tres implantes dentales, y dos se movían. Me comentaba la paciente que en los últimos tres meses ha sufrido seis cirugías diferentes. De las dos elevaciones de seno, una se ha complicado y ha requerido la retirada de todo el material injertado. Además también se le habían caído los implantes low cost. En la exploración clínica todavía tenía los puntos de sutura de su última intervención de hacía 15 días. ¡Estaba desesperada!
Me enseñaron en la facultad a nunca minusvalorar el tratamiento realizado por los compañeros de profesión. En esta ocasión la paciente insistía en que le hiciese algo.
Durante mas de media hora le expliqué su situación y la intenté convencer del famoso aforismo Latino ‘Primum non nocere’, ‘lo primero no hacer mas daño’.
No es necesario en este caso hacer nada por ahora. Mantener el tratamiento antibiótico y antinflamatorio y esperar a ver cómo responde a la infección que presenta la paciente. Entiendo que todos (dentistas y cirujanos maxilofaciales) estamos legitimados para realizar ciertos tratamientos, que todos debemos ganarnos la vida, pero en ocasiones debemos de ser prudentes y saber cuáles son nuestros límites a nivel profesional.
Siempre contesto lo mismo, no es que la cirugía maxilofacial o la odontología sean caras es que es costoso y largo el prepararse profesionalmente, costoso el mantenerse y costoso el utilizar buenos materiales y buena tecnología para evitar que ocurran problemas.
Es de esta forma como se aprende a valorar un tratamiento low cost, para poder evitarlo.
Aun así, ninguno estamos libres de que ocurran complicaciones por factores que no podemos controlar, pero en nuestro bien hacer y dentro de nuestra ética profesional está el intentar minimizarlos. Y sobre todo, tener los conocimientos para saber solucionarlos si es que alguna vez nos ocurren.