La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
Quizás ésta sea una de las preguntas que muchos padres nos hacen con motivo de la desinformación que hay sobre masticar o no chicle. Pues bien, como siempre hacemos en el blog hoy resolvemos por completo esta duda.
A nivel general, la respuesta es bastante clara: los chicles sin azúcar sí son buenos ya que ayudan a mejorar nuestra higiene dental mientras que los chicles con azúcar son todo lo contrario y perjudican nuestra salud bucodental.
Esto tampoco quiere decir que el chicle sin azúcar como hemos visto en algún anuncio publicitario sea el sustitutivo del cepillo de dientes, el hilo dental y el enjuague bucal, ya que por sí sólo no limpia los dientes sino que lo que hace es aumentar la producción de saliva, la principal defensora contra las bacterias y la acumulación de placa. Podemos decir por lo tanto que el chicle sin azúcar es un agente defensor que protege los dientos, pero que no los limpia. Además, algunos de estos productos contienen sustancias como xilitol, malitol o sorbitol que facilitan esta labor y permite mantener limpios los dientes y las encías entre cepillado y cepillado dental.
El hecho de masticar continuamente también es beneficioso ya que ayuda a reforzar todos los músculos de la mandíbula aunque es conveniente que sepáis que si tenéis algún problema de sobrepresión en la mandíbula no es nada recomendable. Sin embargo, sí se recomienda para pacientes que sufren el denominado síndrome de la boca seca en la que masticando chicle durante 10 minutos cada hora aproximadamente les ayuda a estimular las glándulas salivales.
También puede servir como un reductor de la acidez bucal ya que las enzimas de la saliva neutralizan el ácido de alimentos y bebidas de forma más rápida actuando incluso sobre la acidez estomacal ya que el mayor flujo de saliva permite el paso de los alimentos sólidos y líquidos a lo largo del esófago y neutraliza el ácido en este órgano.
Algunos estudios han comprobado también es el chicle puede tener un efecto reductor del estrés y la ansiedad probablemente producido por el mayor flujo de snagre que llega al cerebro. Curioso ¿no?
En último lugar, podemos decir que también pueden convertirse en nuestros aliados en los casos en los que ayudan a mucha gente a dejar de fumar con todos los perjuicios que este hábito conlleva a nuestra salud bucodental tal y como hemos comentado en artículos anteriores.
En el lado opuesto, los chicles con azúcar son malos para nuestra salud oral ya que estamos continuamente masticando azúcar que favorece en gran parte la aparición de bacterias y por lo tanto de caries.