La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
La cirugía ortognática es una rama de la cirugía maxilofacial que se encarga de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales para conseguir el equilibrio óptimo entre todos los elementos faciales del paciente.
Un implante dental es un elemento de titanio en forma de tornillo que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar debajo de la encía con el objetivo de sustituir a la raíz del diente natural que falta.
La ortodoncia es una especialidad de la odontología que se encarga de corregir problemas oclusivos y de posición dental mediante diferentes métodos.
La estética dental es una especialidad de la odontología que trata problemas de salud dental relacionados con la armonía estética de la boca con el objetivo de conseguir una sonrisa perfecta.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
Ya os lo habíamos comentado en anteriores ocasiones: más de un 70% de la población padece bruxismo, una cifra que cada vez nos asusta más porque el estrés es uno de los principales factores que propicia el desarrollo de esta patología y que es la causante de muchas de las fisuras y dolencias faciales que atendemos cada día en la clínica.
Para que sepáis un poco más sobre el bruxismo, éste no es otra cosa que el hábito inconsciente de apretar y rechinar la cabeza, por este motivo muchas personas lo padecen sin saberlo porque no son conscientes de que lo hacen. Sin embargo, si eres de los que se levanta con dolor de cabeza o de mandíbula al despertar ¡estáte alerta porque tú puedes ser uno de ellos! Es precisamente mientras dormimos cuando más presión se ejerce y cuando más probabilidad existe de que se produzcan fisuras en las piezas dentales. También puede notar que cuando comes o hablas sientes algunas molestias y como que hay algo de la boca que se resiste a que ésta se mueva con normalidad porque está tensa.
No obstante, el estrés al que estamos sometidos en nuestra vida diaria, no es el único factor que favorece su formación, sino también el de poseer caries o padecer gingivitis o tener problemas en las articulaciones. Su origen puede ser diferente en cada paciente pero lo más importante es siempre poder detectarlo y evitar sus consecuencias a nivel dental.
Ahora bien, ¿es posible evitar el bruxismo? Pues en muchos casos sí porque aunque no seamos conscientes de que la padezcamos o la podamos padecer en un futuro, si seguimos estas recomendaciones tendremos menos posibilidades de ser víctimas del bruxismo.
Hablamos por ejemplo de evitar sustancias como el café o el alcohol que no dejan de ser estimulantes que hacen que nuestra mandíbula lo tenga todavía más difícil para relajarse. Esto unido al estrés que sufrimos todos los días con el ajetreo de la familia, el trabajo… es una combinación explosiva para el bruxismo.
Morder objetos como un bolígrafo o masticar chicle puede ser una actividad vista sin ningún peligro que no es así, ya que los especialistas no lo recomendamos porque propicia problemas en la mordida y la mandíbula y más cuando se convierten en hábitos diarios.
Por supuesto, el hecho de llevar una vida lo más tranquila posible también ayuda, por lo que intenta ir relajado por la vida y así dormirás mucho mejor sin tener que liberar ese estrés mediante la boca. Quizás leyendo antes de irnos a la cama o hacer algunas pequeñas sesiones de meditación os puedan ayudar.
En cualquier caso, ante la mínima molestia como las que os hemos descrito, no dudéis en venir a consultarnos a la Clínica Calvo de Mora sobre todo para detectar y poder tratar a tiempo esta patología antes de que comience a dañar dientes y encías.